Existe la tradición (cada vez menos) en España de ser cliente del mismo banco durante toda la vida. El banco de al lado de mi casa, del que son clientes mis padres, mis hermanos y casi todo el barrio.
Con la llegada de los bancos on-line, se ha producido un trasvase de clientes de estos bancos a los bancos virtuales. Pero ha sido no ha sido un trasvase total, ya que la mayoría de esos clientes siguen manteniendo posiciones/productos en el banco de toda la vida.
Hay reticencia, vagancia o pasotismo a la hora de cambiar de banco definitivamente. Da igual que nos cobren comisiones por tarjetas, transferencias o que nos "enchufen" el producto de turno, "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". ¿Por qué cuando no nos gusta un restaurante, no volvemos más y esto mismo no ocurre con los bancos?.
5 cosas que deberías tener claro sobre tu banco:
1. No te conocen: por mucho que te digan que te conocen de toda la vida, no saben ni lo que quieres, ni tu situación personal/profesional ni que objetivos tienes en la vida para poder, al menos, recomendarte algún producto que se ajuste a tus necesidades.
2. No son tus amigos: me hace gracia cuando un cliente quiere sacar su dinero para ingresarlo, por ejemplo, en un depósito de alguno de los bancos on-line. La respuesta del comercial de la oficina suele ser siempre la misma: "que si eso no se hace", "que nos conocemos de toda la vida", "que en ningún sitio te van a tratar como aquí", "que tengas cuidado con eso de internet, que no es seguro", etc... Y mejor no hablamos cuando intentamos traspasar los fondos de inversión de nuestra entidad hacia otra entidad que lo está haciendo mejor: "Danos otra oportunidad (después de haberte vendido los fondos más caros y con resultados penosos)", "vamos a cambiarlo a otro fondo (sí claro, porque me los llevo, que si no, no harías nada)".
3. No harían nada por ti: imagina que por circunstancias (deseo que no sea así) te quedas sin empleo, empiezas a tener problemas para pagar la hipoteca y solicitas a tu banco (de toda la vida) una ayuda para salir del paso. ¿Qué te dirían? Pues que esto es un negocio, que ellos son empleados de la entidad, que siguen órdenes y no pueden hacer nada.
4. No vayas a la oficina: cada vez que entras por la puerta de la sucursal, te van a querer enchufar el producto/s que tengan en promoción en ese momento. Da igual que sean unas preferentes, la tarjeta de crédito, un depósito para que te regalen unas cacerolas que no valen ni 15 €, etc...Eres su víctima para cumplir los objetivos que les marcan sus superiores.
¿Has tenido alguna experiencia de este tipo en tu banco? ¿Cuantas veces te has cambiado de banco? ¿Eres fiel a una entidad o, por el contrario, repartes tus ahorros entre varios bancos?