Una vez que tenemos claro que ahorrar es importante, es hora de entrar en faena y distribuir el ahorro. Es importante recordar que el dinero que ahorramos es para gastarlo en diferentes momentos de nuestra vida, lo que nos va a permitir ahorrar es gastarlo sin reducir nuestro nivel de vida.
El primer paso que tenemos que dar es, si no lo hemos hecho ya, ahorrar para imprevistos o gastos no esperados (ejemplo: reparación del coche, compra de electrodomésticos por avería, reparaciones en casa, etc...). Es lo que llamaremos AHORRO A CORTO PLAZO. Este tipo de ahorro nos va a permitir, fundamentalmente, dos cosas:
- Tranquilidad: el tener un dinero ahorrado nos permitirá "despreocuparnos" ante esos posibles imprevistos y no endeudarnos para acometerlos.
- Nos permitirá poder ahorrar a largo plazo sin vivir al día.
El segundo paso es crear otro tipo de ahorro, AHORRO A MEDIO PLAZO. La finalidad de este ahorro es acometer aquellos gastos más que previsibles para dentro de 3 años o más (ejemplo: cambio de coche, estudios, viajes, etc...)
El tercer paso es crear un AHORRO A LARGO PLAZO. La finalidad de este ahorro es sobre todo complementar nuestra jubilación (hablaremos más adelante), cancelar la hipoteca o incluso enviar a nuestros hijos a estudiar a universidades en el extranjero.
Aunque están numerados de corto plazo a largo plazo, el más importante es el ahorro a largo plazo y el que habría que empezar a acometer cuanto antés, ya que el tiempo juega a nuestro favor.